Alguna vez tuve una visión de que el mundo podría evolucionar mucho y lograr posiblemente aquel paraíso perdido, en la medida en que todos entendiéramos nuestra misión en este mundo y compartiéramos lo que cada uno sabe hacer mejor para crear un espacio geográfico inmenso basado en el servicio mutuo, la prosperidad de todos y la felicidad de sus habitantes de todas las razas, credos, profesiones, oficios e intereses. En esa visión era imprescindible el trabajo grupal y la capacidad de mirarse a si mismo como parte de una cadena interminable y a veces hasta invisible, de ideales e intenciones positivas.
Cuando llegó la Internet, imaginé que sería más fácil juntar a esas personas que aspiran a dejar este mundo un poco mejor de lo que lo han encontrado y que sería más fácil compartir conocimientos, perspectivas y prácticas para lograr que muchos aprendieran a disfrutar de las alternativas del progreso bien fundamentado y de una vida llena de sorpresas, retos y asuntos por resolver. Así lo han demostrado tantas iniciativas en el mundo como por ejemplo la relacionada con el genoma humano.
Hoy creo firmemente, que ya he empezado a encontrar personas que se inquietan por lo que podemos hacer para que no sólo nuestras organizaciones ganen más y evolucionen mejor, sino para que la gente que trabaja y la gente que consume productos y servicios pueda recibir beneficios que lo hagan sentir cada vez más persona y más digna de abrazar el regalo de la vida con optimismo y mayor esperanza. Algunas de las personas que voy encontrando, ya empezamos a tenerlas en la Comunidad de Aprendizaje BGV.
Espero que a través de este espacio, inicialmente virtual, avancemos a una forma diferente de conquistar el mundo desde la percepción del ser humano como ente alrededor del cual deberían girar todas las soluciones empresariales para que fuéramos capaces de construir entre todos más posibilidades de paz, solidaridad y calidad de vida que nos sirvan para sentir una mayor satisfacción con nosotros mismos y una mayor esperanza por el futuro que nos queda a nosotros y a las nuevas generaciones.
Gracias por acompañarme y por permitir que cada vez más personas sean parte de la Comunidad de Aprendizaje BGV. Que podamos entendernos, confiar mutuamente y entusiasmarnos sin parar para que entre todos empecemos a hacer realidad lo expresado en nuestro Documento de Fundación de la Comunidad de Aprendizaje BGV.